Saltar al contenido

trucos para un buen mantenimiento

trucos para un buen mantenimiento

Limpiar, pulir y abrillantar piedras naturales, como el mármol, el granito y el terrazo es, posiblemente, el trabajo de mantenimiento más común. Estos material son objetivo de muchas agresiones durante su vida, y la primera víctima, suele ser siempre el brillo. Intentar recuperarlo puede ocasionar más de un dolor de cabeza a su propietario, que en más de una ocasión suele confundir agresiones (es decir ataques) con manchas. Las manchas se pueden limpiar, pero las agresiones deben repararse.

El trabajo de reparación necesario es el pulido de estas superficies. El pulido nos permitirá borrar literalmente cualquier rastro de daño que haya sufrido nuestro suelo, pero eliminará también el brillo del pavimento. Por lo que después de pulir deberemos cristalizar. Cristalizar (también conocido como abrillantar, aunque no sea lo mismo) nos permitirá recuperar el brillo natural de nuestro pavimento al mismo tiempo que crea superficialmente una protección de mayor dureza contra agresiones físicas.

* ¿Quieres obtener la guía sobre Cómo conseguir los mejores acabados en  alicatado? Haz click aquí y descárgatela gratis.

trucos para un buen mantenimiento
trucos para un buen mantenimiento 6
CONTENIDO

    Pasos a seguir para limpiar piedra natural

    Lo primero que necesitaremos para pulir y abrillantar es una máquina rotativa, la RUBILIM es, gracias a sus 2CV de potencia y a sus 3 velocidades de trabajo, una de las mejores opciones del mercado.

    La fase de pulir a la que nos vamos a referir, se centrará en los pavimentos de mármol, granito y terrazo. El primer paso será utilizar las plaquetas diamantadas para desbastar (es decir; pulir) superficialmente nuestro pavimento.

    Las plaquetas de 60 y 120 son las que desbastan literalmente la superficie del material. Las plaquetas de 220 y 400 aplican un desbaste más ligero que iguala el desbaste inicial y prepara el pavimento para el acabado. Por último, la plaqueta de 800 es la encargada de dar el acabado definitivo al pulido. En este momento nuestro pavimento presentará un tacto fino y suave pero sin brillo. Al pulir con las plaquetas de diamante deberemos trabajar con 4 unidades de cada grano y utilizar agua para lubricar el suelo. Evitando la creación de polvo y dañar en exceso el pavimento.

    Entre cambio y cambio de plaqueta se debe limpiar el suelo para eliminar tanto la “pasta” generada del pulido como los restos de grano de la plaqueta utilizada. Antes de comenzar a abrillantar o cristalizar, el suelo, debe estar totalmente seco, ya que el agua puede neutralizar la acción del líquido cristalizador. Para cristalizar necesitaremos el mismo accesorio en el que fijábamos las plaquetas, para colocar en este caso las bobinas de lana de acero. Podemos escoger diferentes durezas de lana de acero, la nº2 es la más dura y puede utilizarse en suelos de terrazo, la nº1, más suave, es la apropiada para los suelos de mármol o granito. El líquido cristalizador se debe aplicar en estado puro y en poca cantidad (1 o 2 tapones por m2).

    Consigue el mejor acabado

    La fricción producida por la lana de acero sobre la superficie genera calor, y este calor permite que el cristalizador penetre en la porosidad del material. De esta manera se inicia el proceso químico que permite la reorientación de las partículas superficiales del material y aparece el tan deseado brillo. Al acabar el proceso de cristalizado deberemos retirar la lana de acero y limpiar el suelo de restos de virutas metálicas y cristalizador con una mopa, paño seco o aspirador. Nunca, y esto es muy importante, deberemos mojar la superficie recién cristalizada. La reacción química originada con el cristalizado puede durar entre 6 y 8 horas (dependiendo del material) y por ello, es recomendable evitar el tránsito durante éste período. Una vez transcurrido este tiempo, ya podremos fregar el suelo con total normalidad.

    Para un mayor rendimiento de la RUBILIM al pulir y cristalizar, podemos aumentar el peso del equipo gracias a los lastres de plomo (ref. 61969). Cada conjunto de 2 unidades aporta un total de 13 kg. de peso extra al equipo. Al utilizar la lana de acero en el soporte de estropajos, es normal que algunos hilos de acero queden enganchados en el Velcro® de fijación. Si no limpiamos correctamente el soporte, estos hilos de acero se oxidarán. Por ello, cuando vayamos a pulir y abrillantar, se recomienda utilizar 2 soportes de estropajos, uno para las plaquetas de diamante y otro para la lana de acero.

    Como conseguir los mejores acabados en alicatado