
Si bien hasta hace unos años los aficionados al vino se dividían entre los que preferían rojos o blancosdesde hace un tiempo, también el vino rosado se está haciendo un agujero en el mercado. Esto se debe, especialmente, al enorme interés de los consumidores más jóvenes por este vino, del que siempre ha existido un gran desconocimiento.
Sin embargo, en los últimos años, el sector ha visto cómo los consumidores, cada vez más y mejor informados, han valorado la calidad y las propiedades que tienen estos vinos y por eso en estos momentos es más que frecuente encontrar en bares y restaurantes una amplia carta de vinos rosados.
El mundo de la cocina no ha sido ajeno a este «boom rosado» y sin dar a un lado tintos y blancos, también ha empezado a utilizar el vino rosado para algunos guisos. Te explicamos cuáles.
¿En qué tipo de recetas deben utilizarse?
El vino rosado suele utilizarse en recetas de aves, pastas y arroces, ya que, como regla general, debes saber que los vinos rosados se caracterizan por ser muy sutiles en boca, suaves y frescos, de hecho, se consumen más en la primavera y el verano. Al igual que ocurre con los blancos, los rosados maridan a la perfección con platos ligeros, que no tengan un sabor muy fuerte.
Consejos para cocinar con rosados
Aunque es más habitual cocinar con vinos blancos y tintos, dependiendo del guiso, también los rosados tienen un papel muy destacado entre fogones. En cuanto a su uso debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Al igual que ocurre con el resto de vinos, también en rosados hay vinos de diferentes calidades y sabores. Y como en los demás casos, no debes cocinar con un vino del que no te beberías una copa. No se trata de utilizar el vino más caro, sino el que más te guste.
- Otro dato a tener en cuenta cuando cocines con vino, es que éste no debe convertirse en el protagonista del plato, sino un ingrediente más, que aporte pero no destaque sobre el conjunto. Por eso, debes respetar las cantidades que figuran en la receta y teniendo en cuenta que cuanto más tiempo esté el rosado en contacto con la comida obtendrás una mejor integración de los sabores. Y ante la duda, tirar a la baja.
- Y por último, no olvides acompañar tu plato con el mismo vino con el que has cocinado, para que así la experiencia sea más intensa.
Además de pasta, arroces y aves, puedes beber rosado mientras degustas una ensalada, pescado, marisco, quesos suaves o buenos embutidos. ¡Notarás qué diferencia!
Ahora que ya sabes cómo cocinar con rosados, debes aprender cómo probar vinos sin ser profesional, y, por otra parte, si alguna vez preparas guisos porque crees que eres un poco torpe con platos más elaborados, ¡que no se extienda el pánico! Siempre puedes utilizar un robot de cocina que te ayude con los pasos y con el que elaborar tus platos de forma sencilla y rápida.